viernes, 25 de marzo de 2016

Las sombras

 


"Ramón: Cuando estuve preso, todo era oscuridad y todo el tiempo soñaba con ver la luz del día. Y cuando me liberaron pensé que se había acabado todo. Pero no se ha acabado nada, la oscuridad nunca se ha ido, nunca me abandonó, no me suelta. Y no hay luz porque no hay final de la noche...Una oscuridad inmensa, interminable, que se va tragando todo. Y yo no estoy en ninguna parte pero sólo veo esa tiniebla y sé que me va a tragar" (Cárdenas, 40 y 47, 2015). 

 

Existe algo oscuro en cada uno de nosotros. Todos tenemos sombras que nos persiguen y que nosotros mismos creamos. Pero ¿cómo se puede escapar de la oscuridad? ¿Cómo evitarla cuando ha crecido tanto, corrompiendo no sólo a cada uno de nosotros como sujetos individuales, sino a sociedades completas? 

Todos sabemos que está ahí y que vendrá por nosotros, pero pocos son capaces de reconcerla y buscar la luz. Pocos saben del poder del tiempo, de la transformación de las cosas y que todo lo que conocemos ahora, jamás volverá a ser igual. Pocos saben de las injusticias en el mundo, de la repartición inequitativa de los recursos y de los altos índices de desigualdan que imperan en nuestro planeta. Aún menos personas saben encontrar la luz, manejar la palabra y realizar luchas sociales en busca de mejores oportunidades. 

Sin embargo, es necesario realizar dicha batalla. Es nuestro deber levantarnos, ver más allá. De lo contrario corremos riesgo de perdernos en nosotros mismos, de dejarnos tragar por la oscuridad, de morir en la mediocridad.

1 comentario:

  1. Alzar la voz, uno a la vez hasta encontrar un estruendo social que impulse el cambio

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